Voluntariado en Costa Rica con Tortugas Marinas

Aunque llegué a Costa Rica con cierto recelo, ya que había leído mucho sobre su inseguridad, la verdad que al ir pasando los días cada vez me sentía más cómoda y al final estuve muy tranquila. Supongo que este aspecto de poder sentirte en un país centro americano casi como si estuvieras en Europa es algo que me sorprendió mucho y para bien.
De las cosas que más me gustaron fue el ocio en el país, la alegría y simpatía de su gente. Por otro lado, los monitores en los proyectos fueron siempre muy agradables y se preocupaban porque que el voluntario estuviera a gusto. Quería destacar sobre todo mi experiencia en el Refugio Silvestre de Camaronal, donde el ambiente fue inmejorable, las instalaciones acogedoras y el personal encantador. Además el tener un sitio como Sámara tan cerca nos permitió combinar el trabajo en el refugio con el ocio los fines de semana lo que hizo de esta experiencia algo muy completo y prácticamente inmejorable. Aprendí mucho sobre tortugas, los tipos que existen, sus costumbres, etc. También aprendes a vivir en condiciones seguramente muy diferentes a las que estás acostumbrado, pero que sin duda será una de esas cosas que hará que la experiencia sea todavía más inolvidable.