Parece mentira que me queden tres días para acabar mi internship en el Hotel. Recuerdo perfectamente el día de mí llegada a Nueva Orleans ahora hace un año y puedo decir sin ningún tipo de duda que ha sido un año increíble, un sueño hecho realidad.
Primero disculparme por no haberme puesto en contacto durante todos estos meses, pero ahora que esta aventura está a punto de acabar me gustaría poder compartir mi experiencia con vosotros.
Tengo que decir que he tenido mucha suerte con el hotel. Por una persona como yo que nunca había estado en una recepción, empezar en un hotel de 570 habitaciones puede ser escalofriante, pero todo el mundo hizo mi llegada muy fácil y agradable. El hecho de ser un hotel familiar, ahora mismo la quinta generación que lleva el hotel, tienes una sensación de formar parte de una gran familia.
En mi departamento, a frente desk, la mayoría de recepcionistas somos internos, así que te encuentras con gente de diferentes partes del mundo viviendo la misma experiencia que tú. Mi año no habría estado al mismo sin mis compañeros J-1. Durante mi estancia he coincidido con gente de Filipinas, Camboya e India, aparte del resto de personal que en gran parte son nativos americanos. El hotel tiene apartamentos situados junto al hotel por todos los internos. El edificio está formado por 6 apartamentos con muebles por dos personas cada uno. He tenido la suerte de vivir al FrenchCuartel, en el centro de todo, a un precio muy económico.
En cuanto a la formación profesional está todo muy organizado. Las primeras cuatro semanas son de training. Durante este periodo nos dan la oportunidad de pasar por todos los departamentos para entender mejor el funcionamiento de todo el hotel. A la vez, también te asignan un recepcionista que será tu mentor. Aunque el primer día parezca imposible aprender a pesar de entender el que te dicen en ángulos, después del primer mes se hace bastante fácil trabajar solo en tu propio ordenador y ser un recepcionista más. Durante los siguientes meses el trabajo es íntegramente a la recepción. Las cuatro últimas semanas, se hace training con los mànagers. Poder aprender de todos mis mánager, tanto front desk como guest services, ha sido una experiencia muy positiva. Incluso, me han dejado un par de turnos sola, como mánager del front desk en días tranquilos. Por lo tanto, puedo decir que después de un año he podido aprender perfectamente como funciona un hotel y como de importante es el trabajo que se hace el frente desk, puesto que el jefe Y al fin, somos los primeros de interactuar con nuestros clientes.
Solo tengo palabras de agradecimiento para el equipo de Sabática por haberme ayudado a vivir esta experiencia tan enriquecedora en nivel profesional, pero también a nivel personal. Un año lejos de casa te hace crecer de una manera increíble. Y sobre todo, os animo a recomendar este hotel por futuros candidatos, puesto que es un lugar maravilloso! No sabes que difícil será despedirme de toda esta familia! Cómo me gustaría poderme quedar…
Sabática
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