Para los estudiantes de bachillerato el paso a la universidad es un salto importante. En poco tiempo se tienen que enfrentar a decidir su futuro laboral escogiendo carrera y enfrentándose a la selectividad, esperando tener nota suficiente para conseguir los estudios deseados.
Algunos estudiantes deciden, antes de dar el salto, tomarse un año sabático. Pero este año sabático no significa estar sin hacer nada de provecho, ver el tiempo pasar. El año sabático es un concepto, nace en los paises del Norte de Europa y a día de hoy está arraigado en su cultura.
Los estudiantes que deciden apostar por un año sabático aprovechan para viajar y formarse en otro país. A través de viajes, voluntariados, trabajos esporádicos, estos estudiantes se están formando y vuelven preparados para empezar su carrera universitaria con energías renovadas.
En nuestro país ya hace años que se oye hablar de los años sabáticos y aunque no tengas un año sabatico, no desesperes, pueden ser unos meses, algo más de unas simples vacaciones para que puedas hacer esta desconexión.
¿Qué beneficios aporta hacer un año sabático?
- Se aprenden nuevos idiomas o mejorar los conocidos. Un año sabático te ayuda a afianzar ese idioma que estás estudiando desde hace tiempo pero en el que su uso no diario no ayuda a su aprendizaje. Viajando en un país con un idioma nuevo para el estudiante también ofrece un aprendizaje importante.
- Ofrece un respiro y poder pensar en encaminar el futuro del estudiante. A veces dejar el entorno que más se conoce para viajar y aprender nuevos oficios en otros países te ayuda a poder ver si el futuro que tenías planeado es el que quieres realmente y estar más seguro de las elecciones tomadas.
- Conocer nuevas culturas y personas. Se amplía la mente al viajar. Y en estos viajes, los estudiantes normalmente van abiertos a nuevas experiencias y aprendizajes. Aparte, al conocer nuevas personas se amplían los contactos y se hace networking, que beneficia para el futuro y a la vez para tener más habilidades comunicativas para tu futuro profesional.
- Conocerse a uno mismo. Salir de la zona de confort, lejos del lugar de origen y donde todo es conocido. Son los puntos que te ayudan a conocerte mejor, tus fortalezas y tus debilidades. Y aprender a gestionar las decisiones que se toman.
- Es una oportunidad para viajar a sitios que en otras situaciones no podrías visitar. Aprender de la cultura y de las costumbres como un ciudadano más. Tienes el ejemplo de Mercedes Segura, que ha vivido en diferentes ciudades
- Formación. Si aprovechas para trabajar en el país de destino, te estarás formando y preparando para tu futuro laboral. Trabajar, en forma de prácticas o voluntariado, ayuda a posicionarte como experto en el futuro.
- Se sienten más comprometidos con sus estudios. Los estudiantes que realizan un año sabático vuelven más comprometidos, ya que un año da tempo suficiente de perspectiva para decidir hacía donde encaminar tu futuro.
Si finalmente, como estudiante, decides hacer un año sabático tienes que tener en cuenta que necesitas planificar con tiempo para tener un año productivo, con un voluntariado o un trabajo y tiempo libre para aprender. A la vez es necesario ahorrar para los imprevistos que pueden aparecer durante el año sabático.