Hoy tenemos una invitada especial. Entrevistamos a Elvira Paris, nuestra primera entrevista (y no será la única) para contaros las experiencias que hay detrás de los viajes sabáticos.
Os dejamos con Elvira Paris
Me llamo Elvira Paris, soy diplomada en Educación Infantil, Máster en Dirección de Centros Educativos y Profesora de Inglés certificada. Me dedico desde siempre al mundo de la educación (mi vocación) y desde que volví de EEUU me he dedicado a la coordinación y dirección educativa hasta conseguir mi objetivo profesional: abrir mi propio centro de aprendizaje, el cual ahora gestiono y dirijo.
¿Dónde fuiste de año sabático?
Me fui de Au Pair a Estados Unidos. Fui a parar a un pueblo llamado Vienna en Virginia, que está en el área metropolitana de Washington DC.
¿Porque escogiste este destino?
Tenía claro que quería irme a EEUU, preferiblemente a la costa este y cerca de una gran ciudad (sobre todo por estar bien comunicada a la hora de viajar y descubrir el país). Pero me daba igual dónde exactamente, me importaba más (tal como me recomendó Meritxell) encontrar una familia con la que fuera muy afín puesto que iba a vivir con ellos.
¿Qué te llevó a decidirte por un año sabático y no solo un viaje de verano después de los estudios?
En 2012, después de terminar mi máster, me marqué como objetivo el inglés (a nivel profesional) y el descubrirme a mí misma y ver mundo (a nivel personal). Me quería ir una temporada larga para tener tiempo a conseguir mis objetivos, sentirme cómoda con ellos y disfrutarlos. Soy muy perfeccionista y si hago algo, lo hago bien de principio a fin. Además, la crisis se empezó a notar fuerte y era un “buen” momento para irse, mis opciones aquí no eran muy motivadoras.
¿Cuál era tu rutina diaria?
Mi trabajo como Au Pair era cuidar de 3 niñas, la más pequeña nació cuando yo llegué, la mediana tenía un año y medio y la mayor tenía 4. Mi rutina era de lunes a viernes de 9:00 a 18:00, por la mañana ayudaba a la familia a terminar de arreglar a las niñas y luego llevaba a Liv y Nina (las dos mayores) a la guardería. El resto del día lo pasaba cuidando de Aimee (la bebé): preparar la comida, darle de comer, salir a pasear, etc. Y mientras Aimee dormía sus siestas, yo aprovechaba a recoger las habitaciones de las niñas, lavar su ropa, poner o quitar el lavaplatos, etc. A las 16:00 tenia que recoger a Liv y Nina, llevarles la merienda y volver a casa para jugar un rato con ellas hasta las 18:00, o llevar a la mayor a sus extraescolares. De forma puntual también colaboraba en otras tareas de la familia como ir a comprar o cocinar.
¿Qué aprendiste durante tu estancia fuera que te haya servido para el paso al mundo laboral?
La lista es larga. Cuando sales de tu zona de confort el aprendizaje es constante. El más evidente es el idioma: me fui con un nivel intermedio de inglés y volví con un proficiency, y eso, cuando vuelves, te abre muchas puertas.
Pero también aprendí otra cultura, otra manera de vivir, otras ideologías, otro sistema que tiene sus cosas buenas y sus cosas malas y que también funciona; aprendí a echar de menos ciertas cosas (y personas) y a darme cuenta de que no todas las que daba por buenas son las mejores. Me crucé con gente de todo el mundo y poder dialogar sobre cualquier-cosa-de-la-vida con gente tan diferente es maravilloso, hace que te cuestiones tus gustos, tus opiniones, tu forma de pensar y hacer, tu modo de vida; vamos, crecimiento personal al máximo.
¿Repetirías la experiencia?
¡No sólo la repetiría, sino que la repetí! Después del primer año de Au Pair extendí 6 meses más con la misma familia y cuando se acabó mi época cómo Au Pair me quedé en EEUU un año más para seguir perfeccionando mi inglés y sacarme certificados que iban a mejorar exponencialmente mi perfil. Esta vez decidí mudarme a la otra costa de EEUU, me establecí en San Francisco i allí viví otro año maravilloso estudiando y enriqueciéndome.
¿Qué recomendación harías a una persona que se está planteando hacer un año sabático?
¡Que no lo dude! Bueno, y que lo organice bien, que deje bien atadas sus cosas aquí y tenga bien organizada su experiencia allí (estancia, seguros, visados, trabajo, objetivos, etc.). Porque cuando llegas te da un subidón, pero a las pocas semanas te da un bajón de ¿qué hago yo aquí? y a veces incluso miedo. Y cuando pasa esto, si todo es un caos, remontar ese bajón cuesta más, pero si se tiene todo organizado es más fácil centrarse en ir a por los objetivos sin miedo a lo que pueda pasar.
Define en una sola frase que es un año sabático, vista tu experiencia
Un año sabático es aprendizaje, crecimiento personal y experiencias para siempre.
¿En qué te ayudó Sabática?
A organizar la experiencia, desde el papeleo a consejos para presentar mi candidatura o las pautas para pedir el visado. También me ayudó a tener la seguridad de que todo estaba bien hecho y no tendría ningún problema, y que, si lo hubiera tenido, ellos me habrían ayudado.
Muchas gracias Elvira por contarnos tu experiencia. Ver como sabáticos como tu disfrutan de esta experiencia es gratificante!